lunes, 27 de abril de 2009

Noticias sobre el blog

Sé que algunos de los lectores de este blog (que sois pocos, pero selectos ;) os estáis preguntando por qué no hay más entradas publicadas desde el 5 de abril. La respuesta es que he estado muy liado con la construcción de un portal cultural que debería ver la luz en breve. Pronto estaré más liberado de todo eso.

A los que esperabais otro tipo de contenido en esta web, es decir, menos filosofía y más narrativa, os digo que esto es sólo el comienzo, unos fragmentos de El sueño de la existencia para abrir boca, y que en breve empezaré a publicar más relatos y textos literarios. Habrá de todo. Soy consciente de que la reflexión pura es un contenido difícil, y que con ese tipo de textos no se atrae a las masas. Pero eso no significa que no deba tener su espacio; al contrario: siempre he pensado que en esta vida las mejores cosas son de minorías.

Aprovecho para decir que el día 7 de mayo tendrá lugar la presentación oficial de un libro titulado Mala Málaga, compuesto por una serie de relatos que giran sobre un mismo tema: mostrar la cara más infernal de Málaga, esa ciudad conocida como "Málaga la bella", donde no todo es tan hermoso como aparenta. En el libro colaboran varios autores, y algunos de ellos cuentan con importantes premios literarios a nivel nacional. Quizá yo sea el autor más desconocido con el relato La noche antes de partir.

Pronto volveré con las publicaciones variadas que os he prometido.
¡Saludos y gracias por leerme!

domingo, 5 de abril de 2009

La soledad absoluta

Es posible una inmortalidad para la mente si renuncia al mundo exterior, si asume que todo lo que percibe es interno y sus imágenes no son más que complejas fantasías que no debe tomar en serio. Al despertar de un sueño, si alguna parte del mismo resultaba desagradable, produce un gran alivio saber que se trataba de una mera ficción y que puede ser olvidada sin ninguna consecuencia. Pero aplicar esa idea en estado de vigilia para descartar aquello que resulta desagradable del mundo, renunciar al exterior en pos de la eternidad personal lleva asociada una carga que es, quizá, peor que la propia muerte: supone aceptar la soledad absoluta. Entonces este viento enfurecido, este olor a salitre del mar, todas las estas luces que brillan a lo largo de la costa como adornos de oro en la noche oscura, estos miles de hogares que se prolongan hasta el horizonte, incluidas las almas que habitan en su interior, serían puras ilusiones, como sueños, y esos momentos en que se busca alivio para compartir la incertidumbre con un semejante, esos compañeros de viaje que hacen más llevadero el camino de la vida no tendrían ninguna opción de poseer una mente propia, al carecer de realidad externa; serían absurdos engaños creados por la propia mente para consolarse a sí misma.

El sueño de la existencia - Realidad exterior